Nos conocemos a través de las otras. De las personas, de las que ignoramos. De las que no vemos. Nos reconocemos en la falta. En el error. En la queja y en el dolor. Nos conocemos en esos lugares.
Nos desconocemos en la felicidad, nos alteramos en la montaña rusa de la alegría. Nos olvidamos de quien somos, un poquito todos los días, cuando no somos quien creemos.
Porque no actuamos en consecuencia de esas creencias.
El otro, ya no es el otro. Es ¿le otre? El plural, clarifica: Les otres. La otredad nos indaga, acerca preguntas inconclusas. Busca respuestas que se están conformando. El lenguaje viene a enseñarnos, desde la simple conjunción de letras, lo evidente, lo necesario, lo que el futuro ya sabe que está a la vuelta de la esquina. La transición, ¿existe cambio, existe avance, que no revolucione los pensares? El pasado y el futuro se baten un duelo a muerte. Ya no somos nosotros. Somos nosotres. Y nosotres, es nosotros. y Nosotres es nosotras. Y nosotres es...
Nosotres, le otredad. Tweet