que a nadie le interesa escuchar
me convenzo de que no me importa
pero me miento y lo sé, no me avergüenzo.
Entono mis creencias con voz aumentada
disfrazada de graves tonos de solemnidad
de culto ingenio labrado,
pulido con falsos estudios
inventando categorías para lo inexistente
distraigo la atención
llegando a los terrenos que conozco
los paisajes filosóficos en los que me pierdo
el balbuceo maquiavelico
de una mente confundida
es la inspiración
que me alimenta todos los días
soy consciente de lo poco lógico
de lo risueño y estúpido de mis entonaciones
la ironía, el sarcasmo que me nutre
se complace con cada una de esas frases.
Salto sin orgullo ya,
indiferente de las malas lenguas
me supero constantemente
el critico más feroz vive en mi mente.
Una noche de viernes trajo soledad
el exilio asistido de un doliente
que no conoce aceptación entre la gente
que en su lucha siempre fue diferente.
un mar de incoherencias
vomitadas en estrofas
en siluetas de un poema inconcluso
...
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