A veces la vida te pega un tiro
directo a la sien
por desafiar sus reglas
por pensar como lo haces
intenta matar
esa parte de vos
que no se deja torear
que no permite
que te vengan a pisotear
y te calla sin más
como un ajuste de cuentas
entre turbios negocios
de empresarios del crimen
y la injusticia.
Un anonino pensamiento liberal más
en el cementerio de tus emociones.
Y aun así te levantas
resucitado milagrosamente
el rostro quizás limpio de culpas
pero con la resaca
de un hermoso sueño
que pronto se apodera
la mafia del olvido.
Uno a uno pasan los días,
los disparos,
las perdidas.
y los anhelos dormidos
dejan de luchar
por las superproducciones
del inconciente
que roban los fantasmas
en la vigilia.
Lento el tiempo marchita
los deseos no realizados.
Pero tambien es allí
cuando madura,
nuestra verdadera personalidad.
Parpados cerrados
manos curiosas que intentan
adivinar con el tacto
que les tocará
en el sorteo existencial.
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