Hablarte es querer hacerte el amor con palabras. Hacer que cada letra provoque placeres irreproducibles, tocar los temas más profundos con la pasión enamoradiza de los poetas y acariciar con susurros tu corazón. Hablarte es desear la intimidad de la cama, en cada mirada. En cada gesto secreto, cada recuerdo sagrado. Hablarte es provocar tus sentidos, exhaltarlos hasta el éxtasis, al borde del grito. Del orgasmo. Hablarte es descubrirte sensible y hermosa. Es conocerte humana y divina en una misma acción. Es dejar desnuda el alma, la humanidad y lo frágil que son los cuerpos, cuando se rozan, cuando se comunican.
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El poder de las encantador de las palabras.
ResponderEliminarMuy bueno.