Siento que ciertas historias incorrectas o incompletas son contadas para dar paso a aquellas que merecen la eternidad. En ese aprendizaje duro, en esos errores, viven los bocetos de aquellas maravillas que aguardan. No lamento tanto las caidas como antes, ya no reniego contra los golpes, ni cedo contra el enojo. No puedo creer que lo haya entendido todo, sabiendo que cada día despierto para saber un poco más, para olvidar algunas cosas y descubrir otras tantas. Atemporalmente vivo, atado a cada segundo de existencia, tratando de no fijarme en los minutos desperdiciados o las horas que se han ido. Tan solo con el preciso momento, que es todo lo que tengo, puedo sentirme en paz. No sé muy bien que forma estoy tomando, o cuan grande pueda ser. Sé que estoy en este, mi cuerpo, una pequeña parte de este universo y que este trozo de alma, que es todo mío, me dará las respuestas que necesite. Nunca de más y jamás de menos... Solo lo preciso, para abrir los ojos mañana y seguir viviendo, entendiendo y disfrutando.
No voy a mentirles, a veces le tengo miedo a mañana, pero más a que rápido se convierta en ayer... por eso no me quedan segundos para gastar en lo que no me sirve, en lo que nada aporta a mi esencia.
En sus ojos busco esa comprensión, que solo los que miran de verdad tienen. Si allí está, dejanme verla, prometo no romper su confianza, prometo no revelar sus secretos. Yo daré todo cuanto tenga, aunque es poco. No sé si serán palabras o todo lo que encierran dentro. Solo puedo anticiparles, que en cada riesgo que tomen junto a mi, yo lo aceptaré e intentaré no defraudarlos.
Siento que ciertas historias incorrectas o incompletas son contadas para dar paso a aquellas que merecen la eternidad.
Hagamos la nuestra, y veamos que resulta...
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me siento cómodo con un teclado en mis manos y un cursor titilando. Nadie puede asegurar con certeza que sucederá a continuación.
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