el silencio de la indiferencia
duele, duele, duele.
Los pensamientos que no se expresan
queman, queman, queman.
Y nada rima,
pero todo se queda
arriba de esta cima
le sigue el próximo problema
Jugando a escaleras y serpientes
nunca se termina.
el destino apuesta alto con los dados,
cortesía del juego de la vida.
Y la pregunta del final,
no se logra contestar.
Si se llega a terminar,
antes de avisar, vuelve a comenzar.
No hay escaleras que lleguen
a la verdad.
no en el silencio,
no sin tus pensamientos.
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