Vengo a manipular el universo para que
notes mi presencia. El poder encerrado en estos versos
es mi única arma, mi
única defensa.
Vengo a recitarle a la soledad todas mis
historias. Vengo a regalar los monólogos más agudos y brillantes
a aquellos
oyentes eternamente silenciosos que me observan sin que yo pueda percibirlos.
Vivan a través de mis pensamientos y sobrevivan al tiempo. Conmuévanse con mis
palabras, ríanse de ellas o contradíganlas, la vitalidad de mi existencia
depende de eso.
Perduraré tanto como mis letras. Cada
ocasión en la que encuentren la luz, la curiosidad que lleva a la apertura de
sus misterios, extenderé mi pasar por estas tierras. Sonreiré desde donde sea
que la ilusión sensorial del tiempo me lleve.
Vengo a buscar insaciablemente hasta
poder encontrarte. Vengo a observarte, escucharte y enamorarme de ti entre mis
reflexiones. Vengo a necesitar verte. A descubrir la felicidad que solo se
encuentra en la sonrisa de quien amamos. Vengo a ocultar mis lágrimas entre tus
brazos y pedirte lo imposible. Vengo sabiendo que lo lograras.
Vengo sin rumbo, distraído como siempre,
pero confiando plenamente en que vas a encontrarme, incluso antes que yo te
encuentre.
Vengo pensando en si alguna vez tu me
habrás imaginado, tanto como yo. Vengo con el mar de dudas que acompañan a
todas mis decisiones y el desierto de esperanza que a veces es mi persona.
Vengo como puedo y llegaré hasta donde
sea. El rumbo una vez iniciado ya no se puede detener.
Vengo con los ropajes de un vagabundo,
trotamundos recorriendo el universo, para que no me pidan lo que no tengo ni
quieran lo que no hay. Vengo solo con mis palabras, como siempre. Y con un
corazón, que me impulsa y acompaña, que late para recordarme a cada segundo que
cada latido es un paso menos para el próximo suspiro… el próximo encuentro que
detenga mi mundo y le explique a mi universo, que quizás te haya encontado…
Vengo, algún dia iremos…
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