Estabas dormida para mis mentiras
despierta a la vida
era de noche, parecía de día
nadie se podía ocultar en fantasías...
Y yo vi, como vos
que mentir, me lastimaba a mi.
Y yo sentí, como vos
que sufrir, se parece a vivir.
Pero entendí, después que vos,
que no es lo mismo vivir que existir.
Y pude saber, al menos un instante,
todo lo que tenia por delante
y que si ese momento aprovechaba
podría al menos prepararme
pero no me garantizaba
estar a la altura de mi futuro errante.
Solo eso siempre he tenido
y eso que apenas tengo nada.
Y por lo que queda voy
y las sobras de hoy,
serán riqueza del mañana.
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