Hay gente que mira a la muerte de frente.
No es que no le teman, tan solo deciden acercarse lo más que pueden a ella, para mantenerla alejada, como si hubieran entendido que lo que mejor que se puede hacer contra un miedo, es mirarlo de cerca. Porque allí, en los detalles que se esconden en el temor, hay respuestas inimaginables.
Estas personas encuentran sin pretenderlo, verdades innegables. Y lo eligen, una y otra vez. Casi sin cuestionarlo, aceptando de buen agrado, los peores escenarios. Y delante de sí explotan las tempestades, se derrumban todas las certezas. Y allí continúan, eligiendo sin dudar un segundo, el sitio donde se sitúan. Porque pareciera que intuyen, que no hay mejor refugio, que no hay mejor lugar para estar, que donde están. Que no podrían ocupar otro espacio y que el mundo, podría romperse si se corrieran tan solo un centímetro de la existencia que ocupan. Pero eso no parece preocuparles y hasta actúan como si desconocieran tal mecanismo. Saben que son respuestas mayores que no les atañen. Que hay mil problemas que deben resolver antes. Y van a ello sin rodeos. Aprecian el tiempo y no lo desperdician, incluso podría decirse que lo aprovechan demasiado, hasta el punto de olvidarse de si mismos. Quizás ese es el secreto que les motiva. ¿Por qué vendría la muerte por tales personas? humanidades que actúan de manera desinteresada, esperando muy poco a cambio por lo que dan? ¿Para que quitaría a esos seres de la vida? Sería un pensamiento ridículo, una acción errada. O al menos eso creo yo. ¿pero que le importa a la muerte estos términos, estas conclusiones? Nada de la vida es importante a la hora de morir, tan solo las últimas horas, el último minuto, los últimos segundos. ¿Pero que pasa si estas personas insistieran aun en esas instancias en olvidarse de sus corporalidades y continuaran buscando aportar, contribuir al resto? ¿Qué las motiva en tales momentos? ¿Cómo son capaces de algo así?
No sé las respuestas a las preguntas que formulo, pero creo que hay que ser capaz de mirar a los ojos de la muerte de cerca, para poder encontrarlas.
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