No sé si fui yo
o fueron mis sueños
quizás un invento
de mi inconciente
El rojizo dios del cielo
se ocultaba tras los grises
edificios que se volvian
negras sombras...
el susurro invisible
cálidamente se enfriaba
y el manto que nos abrigaba
comenzaba a helarnos.
Nuestras manos
rehusaban a separarse
eramos capaces de desafiar
cualquier realidad...
Más aun la oscuridad
surgió inevitablemente
y entre nosotros
el abismo nació.
El sueño, en pesadilla viró
pero aun nos negabamos
nuestros brazos entrelazados
no nos soltabamos...
los ojos se cerraron
para abrirse instantaneamente
el techo insipido de la noche
me devolvia su indeferencia
transpirado y agotado
con el cuerpo agarrotado
di vueltas en el vacio de la cama
y continué soñando...
en algún lugar del mundo
quizás vos sentiste el escalofrio
que recorre mi corazón
mezcla de dolor y confusión...
Tweet
No hay comentarios:
Publicar un comentario