Imaginen que son parte de un
rompecabezas, cuya cantidad de piezas totales desconocen. Imaginen
también que descubren luego de un tiempo que ustedes son una de esas
piezas. Totalmente distinta a las demás. Están dentro de una caja
esperando en la oscuridad, rodeado del resto de las piezas, sin tener
idea de donde vamos nosotros. En un momento la caja se abre, el caos
dispersa todo sobre sobre la mesa y allí entre el montón, algo
confusos, lentamente algo comienza a ordenar el montón buscando
algún sentido. Primero es un pequeño fragmento de comprensión,
luego una imagen que crees poder adivinar. Algunas piezas encajan con
facilidad, otras cuestan más. Algunas quedan reservadas,
potencialmente para más adelante. Habrán piezas con las que te
rodearas, que encastraran contigo, vinculándose más allá del
tiempo. Ayudaran a que comprendas mejor, para que imagines el paisaje
en su inmensidad. El sueño te mantendrá despierto, atento a buscar
las faltantes. Completarlo quizás sea la tarea, para otras piezas
les parecerá imposible, quedaran relegadas, arrugadas y quizás sean
las culpables de tus retrasos. Déjalas para después, son parte del
rompecabezas también. Cuando creas haber adivinado todo, te darás
cuenta que es solo una parte de la imagen y que el paisaje aun
parecerá un misterio. Algunas piezas serán distantes, lejanas y
brillantes, totalmente diferentes. Parecerán salidas de otra caja y
hasta así lo creerán. Se agruparan conforme con las piezas que
consigan encajar con ellas e intentarán aislarse, hasta darse cuenta
que pertenecen a la misma caja. Quizás otras encajen, pero no tenga
sentido aquel encastre. Más tarde descubrirás que aunque podían
complementarse perfectamente, no eran las correctas. No se olviden de
esas piezas del todo, quizás no estén tan cerca, pero ayudaran a
reconocer a las que sí. No volverán a ver a ciertas piezas
fundamentales, desaparecerán y sentirán tristeza por esto, pero
deberán recordar que siguen formando parte de todo... aun
invisibles, llenan su espacio. A medida que el rompecabezas parece
completarse, cambiará una y otra vez. Solo sobre el final, en el
último instante donde todas las piezas encuentren su lugar, podremos
revelar la verdad. Quizás nunca suceda, aun no estoy seguro de esta
imagen.
Eso es la vida.
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