Un remolino despeinado en la cabeza
con el universo dando vuelta y sus planetas
un mar de ideas inconclusas,
sombras que el futuro inventa.
Un poco desprolijo,
otro tanto arisco.
De silencios comprensivos,
un complice y testigo.
Un tanto torpe
otro poco distraido.
De sutiles observaciones,
de multiples ensoñaciones
Un cantante silencioso
de detalles emergentes.
un obsesivo de las letras,
dibujante frustrado de historietas.
Un estratega saqueado
que nunca se ha entregado
que nunca ha renunciado,
sin temer los castigos
Un rebelde inconstante
un defensor de las formas insolayable.
un artista callejero,
de sueños y anhelos.
Un vago comprometido
un filosofo afligido
un escritor empedernido,
un trabajador rendido.
Un soñador innato
un ilusionado sin desengaños
un creyente devoto
de los sueños rotos.
Un obrero de las frases
un escriba de emociones
un paisajista de fragmentos
de los más profundos rincones
un cazador de momentos,
un montón de cosas
muchas inventadas
y muchas que no significan nada
un poco indefinible
fuera de casillas imaginables
un repudiante de cualquier concepto
repetitivo, aliterante.
Un poco comprendido,
un rebuscado y algo perdido
pequeño niño
que dicen ha crecido...
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me siento cómodo con un teclado en mis manos y un cursor titilando. Nadie puede asegurar con certeza que sucederá a continuación.
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